domingo, 30 de agosto de 2015

El agua mineral y sus beneficios

agua mineral

¿Alguna vez se detuvo a pensar que tipo de agua bebemos?


Hoy en día existen numerosas marcas de agua mineral en el mercado, y la cuestión es saber cuál es la  que mejor satisface los requisitos naturales que el organismo necesita del agua que se ingiere.
Existen innumerables variedades, conocerlas, nos dará una mejor idea de que es lo que realmente bebemos.
El agua embotellada tiene cada día más aceptación frente al agua natural sacada del grifo o la hervida. Básicamente podemos justificar este cambio de hábitos de los consumidores debido a la desconfianza que genera el agua que podemos servirnos del grifo.



Funciones del agua en nuestro organismo


El 60-70% de nuestro organismo es agua, por eso resulta fundamental beber entre 2 a 3 litros diarios para así cumplir con sus funciones orgánicas, entre las cuales nombramos:
  • transportar nutrientes hacia el interior celular
  • facilitar la disolución y la digestión
  • eliminar los productos de desecho
  • mantener la temperatura corporal
  • lubricar articulaciones y otros tejidos, etc.

El agua es de una importancia vital, ya que es un componente esencial del organismo, donde se realizan todos los procesos bioquímicos que nos permiten mantener la vida. 
La necesidad de agua por parte de nuestro organismo es constante, por lo cual debe ser vigilada, especialmente en los meses más calurosos del año, y en los grupos que tienden a sufrir deshidratación: niños, mujeres embarazadas y tercera edad.


Diferencias entre el agua de grifo (corriente) y mineral


La diferencia con el agua corriente, radica en que el agua mineral es un producto natural muy distinto al agua del grifo. 
El agua de abastecimiento público (del grifo) es un agua tratada para garantizar su consumo seguro. En cambio, el agua mineral llega al consumidor tal cual se encuentra en la naturaleza, con la misma composición mineral y pureza, sin la necesidad de ser sometida a tratamientos químicos para ser consumida.
Cuando se habla de agua mineral natural, se hace referencia a las aguas que contienen no sólo sales y minerales, sino que tienen además propiedades naturales que surgen de la fuente de la cual fueron obtenidas. Esas propiedades especiales no pueden nunca ser creadas artificialmente y obtenerse tal calidad de agua.
Al provenir directamente de una fuente natural, su contenido mineral es importante y según la legislación, en el etiquetado debe constar obligatoriamente la composición analítica donde se enumeren sus componentes.

Clasificación de las aguas envasadas

  • Minerales naturales:
    Son aquellas aguas bacteriológicamente sanas originarias de un yacimiento subterráneo y que brotan de un manantial. Se diferencian de las restantes aguas por su naturaleza, ricas en determinados minerales, oligoelementos y demás componentes.
    También se caracteriza por ciertos efectos saludables (demostrados). Su pureza es original.

  • De manantial:
    Son aguas potables de origen subterráneo que emergen espontáneamente o se obtienen mediante labores realizadas a tal efecto, con las características naturales de pureza, pero aplicándose los mínimos tratamientos físicos para separar elementos materiales inestables.
    A diferencia de las aguas minerales naturales, no han demostrado tener acción específica en nuestro organismo.

  • Preparadas:
    Estas aguas han sido sometidas a tratamientos fisicoquímicos para resultar potables, para poder cumplir con los requisitos sanitarios.
    Se dividen en: aguas potables preparadas de origen tanto subterráneo como superficial y aguas de abastecimiento público preparadas, cuya procedencia es la red pública. Su fin es cubrir alguna insuficiencia de las aguas de consumo distribuidas por la red general, y pueden envasarse para su distribución a domicilio.

  • Minero-medicinales:
    Es agua de origen subterráneo, con propiedades terapéuticas y se las utiliza como tratamiento, ya sea por la concentración de sales disueltas o su mayor temperatura.
    Estas aguas pueden utilizarse en los balnearios, o también pueden envasarse y distribuirse como medicamento. Algunos de sus efectos en el organismo pueden ser: favorecer la diuresis, prevenir y eliminar cálculos renales, etc.

  • Con gas:
    Industrialmente procesadas, estas aguas tienen cierta cantidad de ácido carbónico disuelto (CO2), formando burbujas, confiriéndole algunas propiedades beneficiosas, como ser: facilitar la secreción de jugos gástricos, ayudando así a mejorar las digestiones pesadas.

  • Bicarbonatadas:
    Se las define como aguas cuyo principal componente es el bicarbonato, siendo recomendadas cuando existen problemas del sistema digestivo y en las personas diabéticas ya que mejora la respuesta a la insulina.

Consejos para evaluar la calidad del agua y elegir la mejor


Cuando llega el turno de elegir el tipo de agua que deseamos para nuestra familia, debemos reparar en detalles significativos.
  • Nivel de residuo seco que cada agua contiene: éste determina la ligereza del agua y la acción diurética que posse. En la medida que las aguas tengan más bajo el residuo seco, mayor será su efecto diurético. Para el consumo diario, el mejor tipo de agua que se puede consumir, es aquella con un nivel bajo de sales, pues una dieta equilibrada asegura al organismo un aporte suficiente de sustancias minerales. Sin embargo, en aquellos países muy calurosos, o en los que no lo son tanto, pero con veranos muy cálidos, deberá optarse por aguas de mineralización media. Esto es así por la mayor eliminación de sales con el sudor.

  • Controle las etiquetas de los productos y verifique que no sobrepasen los niveles máximos recomendados:
    • Sodio (Na) 20 mg. por litro
    • Potasio (K) 10 mg. por litro
    • Sulfatos (SO4) 25 mg. por litro
    • Nitratos (NO3) 10 mg. por litro
    • Flúor (F) 1.5 mg. por litro

  • Verificar la fecha de vencimiento de las aguas embotelladas: estas fechas suelen ser de uno a dos años desde la fecha de envasado, pero deberían claramente indicarse en los envases.

  • Observar el lugar en que se almacenan las aguas: no deben ser expuestas al sol por largos períodos, ni sometidas a temperaturas elevadas. El calor provoca que las toxinas presentes en los envases (plástico PET- identificado con el número 1 en un triángulo en la base del envase) pasen al agua. Estas toxinas, como la DEHA y BPA (Bisfenol A), son posibles carcinógenos y alteran el metabolismo hormonal.
    Los envases apropiados seguros para almacenar el agua mineral son el Polietileno de Alta Densidad (HDPE/PE-HD-triangulo 2), el Polietileno de Baja Densidad  (LPDE o PE-LD-triángulo 4) y el Polipropileno (PP-triángulo 5)

  • Envasado: las aguas que brindan la mayor seguridad son aquellas que cuenten con algún dispositivo para garantizar que el contenido de éstas sea el que se indica, como tapas a rosca con una vaina finita sujeta al cuello de la botella y que, una vez que se abre resulta imposible cerrarla herméticamente sin percibir que ya ha sido abierta. Otro dispositivo es un sello pegado al orificio superior de la botella y que una vez abierto no puede volver a sellarse.

  • Recomendamos las aguas de mineralización fuerte para determinados casos, dependiendo del estado de salud de las personas. Recomendamos que consulte  con su médico o profesional de la salud para que él le recomiende el tipo de agua que debe ingerir.

Casos en los que se debe controlar el consumo de agua


Existen algunas situaciones a tener en cuenta, donde debemos:
  • Beber más:
    • en el caso de niños pequeños: porque tienen mayores pérdidas.
    • luego de realizar algún esfuerzo físico: ya que el sudor es una pérdida de líquidos
    • en climas cálidos: debido a las altas temperaturas
    • si se padecen vómitos o diarreas: para así prevenir una posible deshidratación
    • cuando se sigue una dieta hipocalórica
    • si se padece de cálculos renales: ya que así se estimula la función renal y la salida de los cálculos

  • Beber menos:
    • si se tiene poco apetito: en vez de ocupar espacio con agua, se debería hacer con alimento
    • si se padece de alguna insuficiencia cardíaca: cuanto menos líquidos mejor
    • si presenta retención de líquidos o edemas: también se debe controlar la ingesta de sodio

Resumiendo podemos nombrar algunas razones de porque beber agua mineral:
  • Bebiendo agua mineral, bebemos un agua que es pura desde su origen y posee unas características saludables muy ventajosas para nuestro organismo.
  • Hacen un aporte parejo y constante de minerales.
  • El agua mineral natural, se envasa tal cual se obtiene de la naturaleza, sin pasar por tratamientos químicos.
  • No agrega calorías a nuestra dieta.
  • Resulta práctica gracias a su formato y nos permite estar hidratados en cualquier lugar y a todas horas.